Tratamiento Quirúrgico

En aquellos pacientes donde no se logre la mejoría funcional luego de un período de observación (3-6 meses), se deberá considerar la cirugía, la cual busca la reconstrucción de los nervios y funciones perdidas.

La reparación de los nervios dañados tiene algunas limitaciones, en el sentido de que frente a lesiones totales de plexo con pérdida completa de la función de la extremidad, no es posible recuperar todas las funciones y músculos. Por esta razón, es que el tratamiento se enfoca a recuperar las funciones claves y de mayor importancia para la extremidad, que son:

  1. Recuperación de la flexión del codo
  2. Apertura (abducción) y rotación externa del hombro
  3. Sensibilidad de la mano
  4. Flexión de dedos

El primer objetivo de la la cirugía es la exploración y liberación (neurolisis) del plexo braquial, lo que se realiza mediante una incisión en la base del cuello por sobre la clavícula. Mediante esta exploración se podrá precisar cuáles son los nervios seccionados y cuál es la extensión del daño, dado que al seccionarse un nervio, se pierden algunos centímetros de dicho nervio, lo que hace imposible la simple sutura y reparación directa.

Dada esta pérdida de algunos segmentos de nervio, la reparación del plexo se realiza mediante la reconstrucción y reemplazo de las estructuras lesionadas, lo que se realiza mediante dos técnicas quirúrgicas, que puede ser utilizadas por separado o combinadas en un mismo paciente: injerto de nervio y transferencia de nervio.

 

Injerto de Nervios

Es la técnica tradicional y utilizada con mayor frecuencia, donde se toma un segmento de nervio de otra parte del cuerpo (habitualmente la cara externa de la pierna) y se coloca en el nervio lesionado, uniendo los extremos de los nervios dañados. Con este procedimiento se busca re-establecer la anatomía del plexo.

 

Transferencia de Nervios

Es una técnica de relativo reciente desarrollo, en que se transfiere y conecta un nervio sano (parte o la totalidad de un nervio) al nervio dañado, de modo que la función del segmento lesionado, estará «controlada» por este nuevo nervio, el que asumirá esta nueva función. Ejemplo de lo anterior, son las lesiones de plexo donde se pierde la apertura del brazo (abducción), en que se realiza la transferencia del nervio accesorio espinal (eleva los hombros) al nervio supraescapular (abre el brazo),  de modo que para querer abrir el brazo, la persona deberá elevarse de hombro, con lo cual se abrirá el brazo. Luego de varios meses, las modulación del cerebro logra independizar estos movimiento y realizar la función de manera normal.

Cualquiera sea la técnica utilizada, para que se recupere la función  del segmento, movilidad y sensibilidad, se requerirá de varios meses para que el nervio reparado crezca y avance hasta en músculo objetivo.

 

Junto a las anteriores cirugías de reconstrucción de los nervios del plexo, es habitual tener que realizar cirugías a nivel de tendones (transferencias musculares o tendíneas) o de articulaciones (artrodesis o fusiones articulares), con el objetivo de optimizar la función de una extremidad