Enfrentamiento


 

 

 

 

 

Para el manejo y tratamiento de un paciente con lesión de plexo braquial, se requiere de un estudio detallado para definir la extensión y la gravedad de la lesión, ademas de descartar y/o tratar las lesiones asociadas.

Dentro del estudio habitual se puede encontrar:

  • Radiografías: columna cervical, hombro, tórax
  • Imágenes del plexo: mielo TAC o resonancia magnética del plexo braquial
  • Electromiografía: estudio en que se mide la conducción nerviosa y la  respuesta eléctrica muscular de la extremidad.
  • Otros: Angiografía.

Realizado el diagnóstico, se comienza con el tratamiento médico general y la rehabilitación, los cuales están orientados al manejo del dolor, mantener la movilidad de la extremidad lesionada y tratar las lesiones asociadas.

Respecto a la lesión de plexo propiamente tal,  durante los primeros meses se observará y esperará la reinervación espontánea y mejoría de aquellos nervios con lesiones menores o parciales (neuropraxia y axonotmesis), para lo cual se establece un plazo por lo general de 4 meses, existiendo casos en que se establecen tiempos mayores.

Frente a la ausencia de la función del nervio en los plazos mencionados o en casos de lesiones mayores o complejas, se indicará el tratamiento quirúrgico.

Es de vital importancia evitar esperas excesivas mayores de un año, debido a que la ausencia mantenida en el tiempo produce cambios y daños que pueden ser irreversibles en el músculo, impidiendo así su función futura.

El pronóstico será muy variable de acuerdo al tipo de lesión. Afortunadamente la mayor parte de las lesiones son parciales, con compromiso funcional de sólo una parte de la extremidad y con potencial de recuperación completa luego de algunos meses. Los casos mas complejos, con afectación de varias raíces y/o troncos generan un mayor compromiso funcional y   presentan menor recuperación espontánea por lo que requieren de cirugías para mejorar significativamente el pronóstico.